La solución inmediata al problema eléctrico nacional: un punto de vista.

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Por: Ing. Carlos Eduardo Montás.

“El futuro inmediato de la energía eléctrica no es buscar la forma de producir más energía a un menor costo; es hacer que los equipos y las distintas cargas sean más eficientes”.

Un día de agosto en la cuidad de Schenectady mientras me dirigía a mi clase de Ingeniería y Planificación de Sistemas Eléctricos de Distribución, no tenía idea del sentimiento de angustia y vergüenza por el cual pasaría mas tarde.

El tema de discusión para ese día era la “Confiabilidad del Sistema de Distribución”; el profesor explicaba las diferencias entre interrupciones eléctricas y des-energizaciones (apagones) y como éstas afectan a los usuarios o clientes dependiendo de su duración y frecuencia.  Ambos parámetros se miden bajo la regla de los “nueve de disponibilidad” (“Nines” of Availability) siendo esta una regla con la que se compara porcentualmente el tiempo en el que el cliente recibe energía a lo largo de un año.

Por ejemplo, si como cliente tienes un nueve de disponibilidad, significa que tienes energía eléctrica el 90% del tiempo en todo el año, es decir, que solo tuviste un total acumulado 36.5 días sin energía eléctrica. El Estado Americano norma a todas las distribuidoras para que sean capaces de dar un servicio de 4 nueves (99.99% de disponibilidad; 52.6min al año sin energía eléctrica) a los clientes residenciales y 6 nueves (99.9999% de disponibilidad; 31.5sec al año sin energía eléctrica) a los clientes industriales. Sin embargo, lo “típico” en los Estados unidos son 3 nueves (99.9%) y las distribuidoras que no lleguen a este parámetro son penalizadas y hasta clausuradas por incapacidad y mal servicio.

Luego de toda esta explicación el profesor aclaró que estos estándares son para los Estados Unidos, pero que también aplican para el resto de los países desarrollados. Denotó que en países subdesarrollados para el sector residencial lo “típico” son 2 nueves de disponibilidad, pasando luego a preguntar a todos los estudiantes cuantos “nueve” tenían en sus países.

La mayoría de los estudiantes venían de China, Japón, Corea, etc., siendo este humilde servidor el único latinoamericano. Las respuestas eran constantes: “cuatro nueves”; hasta que llegó mi turno. Mi respuesta hizo que la clase se paralizara literalmente; respondí: “es ligeramente menos que un 9; tenemos energía eléctrica el 85% del tiempo más o menos”. Todo el mundo se quedó sorprendido por lo precaria que es la disponibilidad (sea cual sea la razón) en mi país, y en ese momento sentí la vergüenza de todos los Dominicanos y Dominicanas en mis hombros. Pienso que la sentí aun mas porque mi respuesta no fue tan cierta que digamos; para nadie en un asombro que tengamos hasta 10 horas de apagones en un solo día en algunos sectores, pero no quise generalizar.

Esa noche llegué a mi casa muy pensativo. Como ingeniero eléctrico me sentí que formaba parte de varias generaciones de profesionales que no han podido llevar a un país tan trabajador como la República Dominicana a superar el problema de un servicio energético precario y vergonzoso. Como muchos otros de mis conciudadanos, comencé a preguntarme ¿Por qué tenemos tantos “apagones” si pagamos una factura eléctrica tan cara?

Se trata, sin duda, de un problema complejo en el cual convergen aspectos relacionados al costo de la generación, la ineficiencia de los sistemas de distribución, los harto conocidos problemas de cobro y la infrecuente insolvencia del gobierno. En esta ocasión analizaremos un primer aspecto que si mejorase, entiendo que nos llevaría a al menos a un par de “nueves”: la reducción de las pérdidas técnicas en la distribución.

Para nadie es ajena la idea de que el sistema eléctrico de la República Dominicana no se encuentra entre los más eficientes del Caribe, de hecho, podría estar entre los menos eficientes del Mundo. Según los más altos ejecutivos de las empresas Generadores de Energía, en la República Dominicana los niveles de perdidas andan por un 30%. ¿Qué quiere decir esto? Que para suplir 70 Megavatios al sistema debemos generar 100 y perder 30. Algo insólito.

La mayoría de estas pérdidas ocurren en el proceso de distribución de la energía desde las generadoras hasta los consumidores finales. Una de las principales causas tiene que ver con la antigüedad e ineficiencia de la actual plataforma de transformadores, aquellos componentes clave de todo proceso de distribución energética, encargados de  llevar los niveles de voltaje de distribución (alta tensión) a niveles de uso general (baja tensión).

Una particularidad de los transformadores es que generan pérdidas, pero con el paso de los años los avances tecnológicos los han hecho cada vez más eficientes. En la República Dominicana más del 90% de los transformadores en al área de distribución son hechos localmente, sin ninguna regulación y/o norma que asegure que los mismos cumplan con ciertos requerimientos de seguridad y eficiencia.  En los Estados Unidos desde Enero del 2007, por Ley Federal todos los transformadores (en el área de distribución y/o transmisión) deben cumplir con ciertos niveles de eficiencia; a los fines NEMA TP-1. La implementación de esta medida ha ayudado enormemente a reducir las pérdidas en los Estados Unidos.

Como solución inmediata entendemos que se deben generar planes para llevar esta misma ley al plano local; obligando a todas las distribuidoras a usar transformadores que cumplan con el estándar NEMA TP-1 de eficiencia. La introducción paulatina de los equipos elaborados de conformidad al nuevo estándar llevará a que nuestro sistema sea considerablemente más eficiente. Inicialmente los costos de transformadores como éstos eran elevados, pero hoy en día cuestan prácticamente lo mismo que los transformadores menos eficientes debido a la creciente popularidad y obligatoriedad de su uso en los Estados Unidos.

Un segundo paso a considerar en esta dirección sería la introducción de incentivos fiscales para las grandes industrias o centros comerciales que sustituyan todos los transformadores de sus sistemas eléctricos por los  transformadores más eficientes.

Aunque la renovación de la plataforma de transformadores de nuestro sistema eléctrico requiere de grandes inversiones, su rentabilidad y conveniencia ha largo son incuestionables: La solución inmediata el problema eléctrico dominicano no es aumentar la generación, es generar energía de manera eficiente, mejorando asimismo la eficiencia de los procesos de distribución y la efectividad de la cobranza para así aprovechar al máximo los recursos que ya hemos invertido. _


Carlos Eduardo Montás Betances es Ingeniero Eléctrico, con una especialidad en Ingeniería de Sistemas Eléctricos de Potencia, catedrático universitario en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo y Gerente de Ingeniería en la empresa Electricidad del Caribe S.A (EDELCA).